martes, 8 de diciembre de 2009

LA FAMILIA FACTOR IMPORTANTE EN
REHABILITACIÓN

Uno de los factores más importantes para la recuperación de un paciente es la participación y el apoyo de su familia ya que desempeñan un papel fundamental en la rehabilitación.

¿EFECTOS DE LA DISCAPACIDAD EN LA FAMILIA?

Los integrantes de una familia se ven afectados por la discapacidad de un miembro de ellos, que muchas veces se convierten en co-asistentes (enfermeros) del cuidado del “enfermo”. Pueden verse sometidos a muchos cambios que trae consigo la discapacidad. Los miembros de la familia con frecuencia pasan por el mismo período de dolor que el paciente cuando se produce la pérdida de una función. Los cambios en los planes de vida, las cuestiones relativas al cuidado de los hijos y la reinserción en la sociedad pueden ocasionar nuevos problemas para el paciente y sus familiares.

¿CUÁL ES EL IMPACTO QUE LA ATENCIÓN DE UN FAMILIAR PRODUCE EN QUIEN LO CUIDA?

En tanto la motivación para atender a los seres queridos es a menudo grande, la carga física y emocional que soporta el cuidador puede, en ocasiones, puede resultar agobiante- en primer lugar, hay que considerar ¿Qué tantos cuidados se esperan de la familia una vez que el paciente sale del centro de rehabilitación?..

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL APOYO FAMILIAR?

La aceptación y el apoyo de la familia pueden ayudar al paciente a recuperar la autoestima y a mejorar la imagen de sí mismo después de la discapacidad. Las actitudes positivas y la reafirmación de los seres queridos a menudo ayudan al paciente a trabajar y luchar por la recuperación. La participación la flexibilidad y la comunicación abierta de los familiares puede superar muchas de las barreras asociadas con la discapacidad: “la discriminación”. Los familiares que infunden esperanzas pueden al paciente a adaptarse y confiar más en sus propias capacidades.


PRUEBA DE VIDA

“¿Por qué a mí? Esto era algo que Arelí se preguntaba a diario… una adolescente que a los 16 años, se sintió morir por todas la cosas terribles que vivió de golpe, ¿Quieres conocer su historia?
Hace cuatro años, cuando tenía 12, justo al salir de la primaria, me detectaron un tumor en la pierna, en el hueso del fémur. Todo empezó por que sentía una bolita en el muslo derecho que me dolía. Mi mamá me llevó al doctor, el cual me tuvo que hacer dos biopsias (procedimiento donde toman una muestra de tejido). El diagnóstico fue: displasia fibrosa, o sea, tenía un tumor benigno.
Poco después, el doctor decidió operarme y quitarme en tumor- desde ese momento deje de ir a la escuela. Aunque el pronóstico era bueno, el dolor seguía, y cada vez más fuerte. El tumor volvió a aparecer y a crecer muy rápido, tanto, que invadió el músculo. El doctor me dijo que no era normal e hizo una tercera biopsia, en la cual detectaron que ¡tenía cáncer!..
Me llevaron a un hospital a otra ciudad, donde empecé con los ciclos de quimioterapias, los cuales me hacía sentir súper mal… estaba débil, vomitaba a cada rato, perdí el cabello… Me vieron varios especialistas, y al final, dijeron que el tumor era muy grande y que en cualquier momento podía invadir todo el cuerpo, así que lo único que podían hacer era ¡amputarme la pierna! Desde ese momento empecé a tener pesadillas y, cuando iba al hospital, me daba mucho miedo, tristeza y ansiedad, hasta que caí en una depresión y empecé a bajar mucho de peso…
Los dolores en mi pierna eran insoportables, el ir y venir del hospital perdí a muchos, de los que consideraba mis amigos; así que solo me relacionaba con las personas que veía en el hospital, quienes finalmente se convirtieron en mis amigos, viví la muerte de muchos de ellos. Esto me deprimió aún más y aumentaba mi miedo a la muerte.
Después de cinco quimioterapias, me amputaron la pierna, no puedo explicar lo mal que me sentía en ese momento, y es que, aunque por supuesto estaba devastada, también sentía alivio porque ya no había riesgo de que el cáncer se expandiera en mi cuerpo.
Continúe un año más con tratamiento y empecer a ganar peso, por el cual mi familia me hacían sentir incomoda y ¡gorda! Así que Empecé a obsesionarme con el peso. Pero en realidad era que tenia anorexia estaba en la depre total y en mi casa había problemas económicos, mi papá me hacía sentir que le pesaba demasiado mi situación y que le valían mis sentimientos.
Quería solucionar todos mis problemas a como diera el lugar. Me sentía súper deprimida e impotente ante lo que me estaba sucediendo; me miraba al espejo y veía una niña, frágil y emocionalmente derrotada, tan frágil que le pedía a Dios que me llevara para no sufrir más….
Han sido años muy difíciles las contantes derrotas que me hacían caer y rendirme no pudieron con el apoyo y el cariño que mi familia me daba, pero creo que el tiempo y el que mi salud este mejor me han ayudado a seguir… Llevo un año sin quimioterapia bajo vigilancia médica, la anorexia la he ido combatiendo poco a poco pero sobre todo con ayuda de los seres que más amo….
Por lo pronto puedo decirles que estoy echándole muchas ganas. Mi familia está conmigo y sé que puedo contar con ella y, aunque sigo viendo de cerca a la muerte de mis amigos, también vivo la recuperación de otros.
Ya empiezo a sentir que estoy viva, tengo mi prótesis y estoy metida de lleno en la escuela en un sistema abierto. Me siento una chava nueva, con mucha fortaleza y con un nivel espiritual muy alto y en paz…
Comprendí que la vida nunca te pone a prueba; sino que escoge los retos que con certeza sabe que vas a superar: siempre con la ayuda de lo más importante “la familia”











REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
REVISTA 15ª20: articulo “LA PRUEBA DE VIDA” (año 2006) #204

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